C.Tangana presentó su show ‘Sin cantar ni afinar’ en el Palacio de los Deportes

C.Tangana presentó su show 'Sin cantar ni afinar' en el Palacio de los Deportes

Txt: Esthefany Del Valle Cano

Fotografías: OCESA / Liliana Estrada

‘Sin cantar ni afinar‘, Antón Álvarez, mejor conocido como C. Tangana, regresó a México para ofrecer conciertos en Monterrey, Guadalajara y cerrar en la Ciudad de México con dos fechas sold out.

El Palacio de los Deportes fue la sede donde la sobremesa se convirtió en una gran fiesta con una puesta en escena de película, en el cual el trap, flamenco, banda, rock, merengue, bolero y bachata fueron parte del soundtrack de la noche y, aunque ya habíamos visto este año en el Vive Latino, Ceremonia y Pa’l Norte, fue más emotivo, más único y lleno de magia.

Pasadas las 21:15 horas, las luces se apagaron y entre gritos y emoción, cayeron las cortinas del escenario para dejarnos ver a un Pucho consagrarse como uno de los principales artistas del género urbano con la canción que abre su álbum Avida Dollar «Still rapping» y después, una a otra, las canciones sonaban casi sin darnos tiempo para beber un sorbo de nuestra bebida.

A las pocas canciones, y en menos de lo que esperamos, Adriel Favela apareció en un traje blanco de la colección Gucci x ADIDAS para cantar junto al madrileño el corrido «CAMBIA!», mientras todos cantamos a todo pulmón; para después aparecer Ed Maverick sentado en el escenario cantando «Párteme la cara».

Y así con «Demasiadas mujeres», «Ateo», «Ingobernable», «Te olvidaste», «Hong Kong» y «Nominao» siendo estas dos últimas merecedoras al Latin Grammy el año pasado junto a Jorge Drexler y Andrés Calamaro; Tangana y los músicos complacieron al público cautivado con el show. Por supuesto que los covers no faltaron, y «Sabor a mí» fue el primero de ellos, que acapella resonó por todo el Palacio, además de la clásica de Elvis Crespo «Suavemente» para cerrar con «Un veneno» que terminó convertida en «Hasta que te conocí» de nuestro amado y extrañado Juan Ga.

Sin lugar a dudas, la sobremesa nos dejó con un muy buen sabor de boca, uno que durará hasta que Antón regrese.

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