Dicen que la vida empieza cuando sales del trabajo, pues eso intenté, llegué a casa con toda la actitud para hacerme una cena a mi nivel. Ya tenía unas semanas revisando recetas de cocina, no leí la receta, pero vi muchas fotografías de platillos que se me antojaban, como buen hombre macho alfa lomo plateado una revista no me va a decir cómo preparar mi cena.
Puse manos a la obra, no sin antes ponerme mi delantal de Batman, me dispuse a buscar los ingredientes, tenía que ser carne el platillo principal, en este caso sería una costilla de cordero, acompañada de verduras al vapor finamente esparcidas en el plato y para darle el plus un puré de papa.
Todo estaba listo, empecé la labor culinaria, primero al preparación de la costilla término medio como me gusta, mientras las verduras se cocían y las papas quedaban al punto. En mi imaginación me sentía todo un chef experto extraído de algún reality show, todo en mi mente estaba listo, ahora solo faltaba sacar del horno mi imaginación, de repente redobles de tambores se escucharon a mi alrededor, el momento había llegado, pensé que el humo era parte de mi fantasía, pero nooooooo, la primera falla, la costilla estaba no término medio, sino termino carbonizada, en la desesperación quise sacar las papas de la olla y salvar un poco mi dignidad culinaria, pero lo que alcance a salvar fue un poco de mi mano para que no saliera con quemaduras de primer grado, ya solo quedaban las verduras pero mi confianza había sido robada por las bocanadas de humo y mi casi perdida de mano, así que desistí.
Ese hueco en el estómago que tenía por el hambre fue cambiado por angustia esa sensación de fracaso, era como una ruptura amorosa, que por suerte no dejo tantas cicatrices, estaba decepcionado, así que recurrí a la fórmula perfecta helado + Netflix.
No tenía ganas de ver alguna de mis series favoritas, como buen mexicano hay que echarle limón a la herida, así que busque programas de cocina, ver como esas grandes chefs hacían platillos perfectos, sin humo ni quemaduras, como la presentación parecía más una escultura que un platillo, quería castigarme por mi gran falla. Pero la vida fue muy benevolente ya me había castigado bastante dejándome sin cenar, me encontré un programa increíblemente sanador para mi corazón cocinero, se llama NAILED IT en español se llama LA INTENCION ES LA QUE CUENTA, es un show de repostería fuera de lo común pues los participantes son personas normales y solo con conocimientos básicos, dentro del show conducido por Nicole Byer y el chef francés Jacques Torres los participantes deben de copiar un pastel o algún postre del tipo panoso que fue realizado por el experto invitado, dentro del programa pude ver humo, malas decisiones, gente que no sigue la receta, entonces me sentí identificado y la decepción de se fue erradicando poco a poco. Gracias NETFLIX
El show es súper recomendable si quieren pasar un buen rato de diversión repostera y porque no, aprender algunas cosas, como el uso del fondant (que yo ni conocía), el ganador se lleva 10 000 dólares, si les gusta la cocina este programa está hecho para ustedes y si no les gusta también, 50 minutos de delicias visuales.
Si alguien se atreve las invito a cenar, prometo comprarlo y no cocinar.
y recuerden #KeepCalmImBenny