Txt:Luis Angel Grace
Fotografías:Cesar Vicuña
Hay géneros musicales que traspasan fronteras y gustos colándose en el inconsciente cuando se piensa en baile y rumba, y el boricua-estadounidense Marc Anthony lo sabe perfectamente.
El flaco de la salsa trajo su gira Viviendo al domo de Iztacalco los pasados 10 y 11 de noviembre, en dos jornadas que lucieron un espectáculo para un aproximado de 17 mil personas cada día.
Desde horas antes, el Palacio se fue llenando con miles de personas para disfrutar de la música del cantante acompañado de una orquesta en vivo, para ejecutar unas salsas bailables y un par de baladas. Pero, ¿El lugar fue el adecuado? El cuerpo pedía ritmo y movimiento, y el lugar quedaba pequeño (en espacio) para poder sacar el lado salsero.
Si hay una fiesta, ¡Pa’lla voy!
Bien dicen que lo bueno siempre tarda un poco en llegar, y el flaco tuvo media hora de retraso para prepararse antes de brindar su show. En punto de las 21:30 horas, los timbales, las trompetas y el piano empezaron a sonar para anunciar el ansiado encuentro entre el público y su ídolo.
Marc Anthony salió con la elegancia que le caracteriza, vestido finamente de negro para la ocasión. Bajó por los escalones del escenario mientras la música del tema «Pa’lla voy» sonaba en son bailable y la gente levantaba las manos estallando en aplausos.
¡Qué rico, vamos a bailar! Dijo el cantante de cincuenta y cinco años mientras sacudía sus brazos al iniciar «Valió la pena».
La sangre boricua del artista se notó cuando ese ritmo lento que el pianista anunció en el tema «Hasta ayer», dejando sin palabras a todo su auditorio.
Lo único malo del concierto parecía ser que no había espacio suficiente para ponerse a bailar, y no hay duda que muchas parejas se quedaron paradas a falta de espacio.
«¡Vamos México! Si te sabes esta canción quiero que la cantes conmigo» dijo el flaco antes de comenzar el éxito «Flor pálida», que este año ya cumple su primera década de publicación.
Marc Anthony recuerda a Juan Gabriel y José José.
Le siguió «Abrázame muy fuerte» del compositor Juan Gabriel, «Almohada», aquella canción emblemática de José José para cerrar estas versiones salseras con «¿Y cómo es él? inmortalizada en la voz de José Luis Perales.
Volvió a entonar al Divo de Juárez con la triste historia de «Hasta que te conocí» para después anunciar sorpresivamente un encore que no duró más que un par de minutos.
El cantante sí que puede presumir de tener intacto su poderoso rango vocal aunque ya hayan pasado años de las grabaciones de sus mayores hits.
Regresó al escenario para terminar este breve pero magnífico concierto con el tema «Vivir mi vida», una de sus canciones más conocidas. Así dio por terminada su primera fecha en el Palacio de los Deportes con sus fans completamente felices de poder verlo sobre el escenario luciendo su potente voz.